Háblame de Claudia

 

Tomarse la vida como si uno la pudiera manejar y dirigir sin seguir ninguna norma es una equivocación, un autoengaño que puede llevar a la fatalidad.            El protagonista lo hace y se encuentra dueño de nada. Su error de cálculo lo lleva a la cárcel y aquella es su realidad durante unos cuantos años…  Mientras, sus hijas entran en un mundo en el que deben aprender a disimular y mentir. No es fácil pronunciar: No, mi padre no viene a la reunión porque está en la cárcel. Argumento imposible de verbalizar.

Háblame de Claudia lo cuenta.