Se parece tanto a Humphrey Bogart

 

Los códigos de la seducción en su versión más antigua la vivimos constantemente vestida de Zara o de Verino. Varían la calidad de los materiales, pero el corte es el mismo: Hombre seductor busca víctima propiciatoria y la encuentra, claro. Las mentiras pueden ser pronunciadas con un lenguaje tradicional o con versos de rap, pero al final hay una mujer que sale engañada y decepcionada y a veces, preñada. Como en la más sórdida historia del medioevo. Crucita, la chica de provincias inocente y con ganas de comerse el mundo encuentra a su depredador natural.

Se Parece tanto a Humphrey Bogart, es la novela en la que la podrías encontrar